Hace ocho años, el mundo de la música se quedó en silencio con la partida de Juan Gabriel, pero solo por un momento. Porque si algo hemos aprendido desde entonces, es que el Divo de Juárez nunca se ha ido realmente.

¿Cómo olvidar esos trajes brillantes, sus inigualables movimientos en el escenario, y esa voz que convertía cualquier sentimiento en poesía? Desde “Amor eterno” hasta “Querida”, Juan Gabriel nos regaló himnos que seguirán sonando en las fiestas, en la radio y en nuestras almas, por siempre.

En cada esquina, en cada rincón de México y más allá, su música sigue uniendo generaciones. Las nuevas voces lo versionan, los fanáticos de siempre lo recuerdan, y todos coincidimos en algo: nadie, absolutamente nadie, puede llenar el vacío que dejó.

Ocho años sin Juan Gabriel, pero ocho años en los que sus canciones no han dejado de ser la banda sonora de nuestras vidas. Y así será, porque en cada nota, en cada verso, Juan Gabriel sigue vivo. Hoy y siempre, lo recordamos con el mismo cariño con el que él nos cantaba.