Con tan solo 21 años, José Luis Santos Zamorano, mejor conocido como MASACRE, se perfila como una de las nuevas promesas del regional urbano y los corridos contemporáneos. Originario de Tepic, Nayarit y criado en Tuxpan, su camino musical comenzó desde la infancia, cantando en eventos escolares y reuniones familiares. A los 12 años tomó clases de guitarra por tres meses, pero fue su tenacidad autodidacta —aprendiendo por YouTube— lo que marcó su formación real.

A los 16 formó su primer grupo campirano para tocar en fiestas, y a los 18, ya en la universidad, tomó una decisión clave: viajar a Estados Unidos para reunir dinero y grabar su propia música. Con ayuda de su primo, logró grabar en vivo tres corridos de su autoría: “Esta Vida No Sabe Mal”, “El Chucky” y “Ya Se Averiguó”.

Lo que vino después fue una sorpresa. Al subir un video de las grabaciones a TikTok, llamó la atención de Jimmy Humilde, reconocido empresario musical, lo que marcó un punto de inflexión en su carrera. Aunque finalmente no se concretó un acuerdo con esa firma, MASACRE encontró una mejor propuesta de la mano de René Vargas, con quien firmó bajo la distribución de Virgin Music.

Su propuesta artística plasma relatos de violencia o situaciones delictivas sin hacer apología al crimen, dándole un giro crítico y estilizado a los corridos, razón por la cual adopta el nombre MASACRE. No obstante, su versatilidad le permite explorar otros géneros como la música romántica, reggaetón o incluso house.

Con más de 333 mil seguidores en Instagram, 3.6 mil en TikTok y casi 3 mil oyentes mensuales en Spotify, MASACRE continúa creciendo en plataformas digitales. Su más reciente video cuenta ya con más de 257 mil vistas, reflejando el interés que ha despertado entre el público joven.

MASACRE no solo canta, cuenta historias. Y en cada letra, logra transformar lo cotidiano, lo peligroso o lo íntimo, en acordes que conectan con una nueva generación.